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ATENCION A LA LIMPIEZA DE:

Pomos y tiradores de armarios: concentran un gran número de bacterias

Electrodomésticos: la falta de limpieza periódica puede provocar la generación de escarcha y alteraciones de temperatura en la nevera y el congelador

NEVERA Y CONGELADOR:

Conservar los alimentos a una temperatura de 1 a 4 ºC en nevera y por debajo de -18 ºC en el congelador.

Evitar una sobrecarga en ambos espacios, ya que el exceso de alimentos almacenados impide que el aire frío circule libremente y se reparta de forma homogénea.

DESPENSA:

Mantener este espacio como un lugar fresco, seco y ventilado.

Revisar regularmente el estado y fecha de caducidad de los alimentos almacenados.

Asegurarse que los recipientes estén tapados herméticamente.

UTENSILIOS

Utilizar utensilios fáciles de limpiar y desinfectar, además de resistentes a la corrosión.

Limpiar el cuchillo cada vez que cambiemos de alimento para evitar la contaminación cruzada: si cortamos una pechuga de pollo contaminada y con el mismo cuchillo cortamos un tomate, éste puede contaminarse.

PAÑOS Y TRAPOS

Cambiarlos a diario por su elevado riesgo de contaminación. Siempre que sea posible, utilizar toallitas de un solo uso.

SUPERFICIES Y ENCIMERAS

La humedad y las temperaturas templadas facilitan la reproducción de bacterias y aumentan la posibilidad de contaminaciones cruzadas. ¿Cómo evitarlo?

Utilizar materiales resistentes a las manchas, a los impactos, al frío y al calor. Las superficies no porosas facilitan y mejoran la higiene.

Mantener estas superficies limpias y secas: los restos de comida y un exceso de humedad facilitan la proliferación de bacterias.

Es aconsejable utilizar productos específicos para la limpieza y cuidado de las superficies.

Mantener siempre tapado el cubo de la basura, considerado zona de alto riesgo. Cuando lo vaciemos, aprovechar para limpiarlo y desinfectarlo.

Poner en práctica las “3 R’s” de los residuos: Reducir-Reutilizar-Reciclar

VENTILACIÓN

Natural o mediante campanas extractoras, debe ser suficiente para evitar la acumulación de humos y sustancias irritantes o nocivas y favorecer una temperatura estable, evitando una excesiva ventilación.

OLORES

Bienvenido el olor de un buen guiso o un sabroso desayuno.

Atención a olores muy intensos (flores, ambientadores…), pueden enmascarar malos olores y desnaturalizar el olor característico de los alimentos

Olores a desagüe o basura, además de ser desagradables, indican problemas higiénicos.

ILUMINACIÓN

Evitar luces demasiado intensas, que favorecen un aumento de temperatura.

Combinar luces blancas y luces cálidas.

Proteger los puntos de luz para evitar que, en caso de rotura, caigan sobre los alimentos o las zonas de trabajo.

RUIDO

La contaminación acústica se puede combatir con materiales absorbentes del sonido y un equipamiento de electrodomésticos y ventilación con bajos decibelios.

SOLUCIONES EFICIENTES

Electrodomésticos calificados con distintivos ambientales, grifos con dispositivos de ahorro de agua, bombillas de bajo consumo, uso de energías renovables, cubos de recogida selectiva de basura y productos de limpieza “verde”.

TEMPERATURA IDEAL

Temperaturas por encima de los 25º C aceleran el deterioro de los alimentos. Al igual, una humedad demasiado elevada potenciará el deterioro de los alimentos y aumentará notablemente el crecimiento bacteriano y de otros microorganismos.